DOS AÑOS DE GESTIÓN DE LUIS ARCE CATACORA. Hermanas y hermanos bolivianos, por segundo año nos presentamos ante la Asamblea Legislativa Plurinacional y al pueblo boliviano para presentar al país nuestro informe con los logros y resultados producto de la gestión de Gobierno que emprendimos desde el 08 de noviembre de 2020.
Ya pasaron dos años que incansablemente trabajamos por la reconstrucción de nuestro Estado, no sólo por los efectos económicos y sociales que dejó la pandemia, sino también por las nefastas consecuencias de la irrupción del orden democrático y constitucional de noviembre de 2019.
Un primer desafío fue recuperar la democracia y lo hemos hecho a través del mejor de los instrumentos en democracia: el voto del pueblo. Hemos logrado un contundente 55%. Agradecemos la confianza y asumimos el mandato del pueblo de retomar el rumbo hacia la certidumbre.
Un segundo gran desafío fue contener y parar la pandemia, nos ha tocado lidiar con cuatro olas, pero las hemos encarado, sin enclaustramientos ni cuarentenas económicas, y con la tasa de mortalidad más baja de la región y, sobre todo, con arduo trabajo transparente.
El tercer gran desafío ha sido la reconstrucción de nuestra economía y la consolidación de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo para retomar la senda de la estabilidad, el desarrollo y el crecimiento económico con justicia social; avanzamos firmes en ese cometido.
Es un arduo camino el que venimos recorriendo hermanos y hermanas, pero una vez más hemos salido airosos ante los desafíos y obstáculos impuestos, principalmente aquellos derivados de la crisis externa y los intentos desestabilizadores internos.
Querido pueblo boliviano, hace dos años, luego de haber recuperado nuestra democracia en las calles y en las urnas, iniciamos junto a ustedes una gran tarea, la de levantar nuestra Patria de las ruinas en las que nos la dejaron.
Quiero decirles que nada de lo que hemos alcanzado hubiese sido posible sin el trabajo, esfuerzo y confianza del pueblo. La ciudad y el campo se mueven gracias a las manos de todas y todos quienes apuestan por nuestro país y lo demuestran con hechos, no con palabras.
Detrás de cada sonrisa de niñas y niños, de madres y padres, de jóvenes, de abuelas y abuelos, está el sentimiento del deber cumplido. Nos ha costado mucho retomar la senda de la estabilidad y debemos cuidarla como patrimonio del pueblo, pues en momentos de crisis siempre son los pobres los que terminan perdiendo más o perdiéndolo todo.
Hoy estamos pasando momentos en los cuales algunos grupos quieren volver a desestabilizarnos, pero estoy seguro que la organización, movilización y conciencia de un pueblo que avanza, que quiere trabajar y que quiere seguir creciendo, vencerá.
Los que siembran odios, racismo y confrontación entre hermanos, no nos arrancarán los sueños ni mucho menos nuestra firme determinación de seguir trabajando por mejores días para nuestras hijas e hijos, nietas y nietos.
No nos mueven ambiciones personales, económicas ni de poder; nos mueven principios y valores revolucionarios que nunca se doblegaron ni se doblegarán.
Estén seguras, hermanas y hermanos, que no traicionaremos el mandato que el pueblo nos dio en las urnas el 18 de octubre de 2020. Sigamos avanzando, sigamos creciendo, sigamos reconstruyendo nuestra Patria, y sigamos sembrando esperanza.
¡Muchas gracias!