08 de mayo 2025.- El mundo ha recibido con expectación y esperanza el anuncio del nuevo Papa. Desde el balcón central de la basílica de San Pedro, el protodiácono Dominique Mamberti proclamó con la fórmula tradicional en latín: «Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!». El cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, ha sido elegido como el 267º pontífice de la Iglesia Católica, convirtiéndose en el primer Papa originario de Estados Unidos. Su elección se concretó tras cuatro votaciones, en un cónclave sorprendentemente ágil y marcado por su diversidad, con la participación de 133 cardenales procedentes de todos los rincones del mundo.
El nuevo Papa, que ha adoptado el nombre de León XIV, es miembro de la orden de los agustinos y hasta ahora se desempeñaba como prefecto del dicasterio para los obispos. Aunque nació en Estados Unidos, ha vivido gran parte de su vida en Perú, país donde desarrolló una intensa labor pastoral y social. En sus primeras palabras como sumo pontífice, pronunció un mensaje cargado de simbolismo y conciliación: “Ayudadnos a construir puentes”, un llamado directo a la unidad en un momento de múltiples desafíos dentro y fuera de la Iglesia.
La elección de León XIV se suma a una tradición de rápidos cónclaves en la historia reciente de la Iglesia. Al igual que en 2005 con Benedicto XVI, cuyo nombramiento se resolvió en cuatro votaciones, y en 2013 con el Papa Francisco, elegido tras cinco, esta nueva elección demuestra la eficacia del sistema y el consenso alcanzado entre los cardenales. Con este nuevo liderazgo, la Iglesia Católica se prepara para una etapa de renovación.
